En esta dinámica es recomendable que el juego se haga con un grupo no mayor de 30 personas.
Todos
los participantes forman un círculo. El animador explica que tiene en
sus manos una pelota imaginaria: muestra su tamaño, el peso, y la rebota
en el piso, debe preguntar a todos los participantes si la ven.
El
animador explica la dinámica: hay que lanzarle la pelota a un compañero,
pero primero se debe decir el nombre de ese compañero.
El compañero que recibe la pelota nombra a otro, y se la tira.
El
animador, después de unos momentos puede cambiar de objeto imaginario.
Los gestos de lanzar y de recibir deben estar de acuerdo al objeto,
diciendo por ejemplo, bueno, ya no es una pelota sino un pato. Así cada
participante recibe un objeto (con todos los gestos) y lo transforma en
otro (con todos los gestos).
Es una oportunidad de desbloquear a un
grupo que no se conoce, combinando una presentación de los nombres con
la creatividad y el teatro.